La novela es un original retrato de Virginia Woolf desde los ojos de su criada, Nelly Boxal; una recreación ficticia de la vida y relación que tuvieron. La autora parte del diario ficticio de Nelly y del propio diario de Virginia para conseguir esta extraordinaria novela
La protagonista de la novela es Nelly Boxall, aunque la historia ahonda en la vida y relación con Virginia Woolf observando y sintiendo de cerca.
Durante dieciocho años, entre 1916 y 1934, Nelly Boxall trabajó junto a Lottie Hope como cocinera y criada en la casa de los Woolf. Entre Virginia y Nelly se estableció una tormentosa relación de amor-odio de la que tenemos abundantes referencias en los diarios de Virginia.
Entre la imaginación y la reconstrucción biográfica a partir de los textos de Virginia Woolf, Alicia Giménez Bartlett recrea la insólita y contradictoria relación que se dio entre ambas mujeres.
Tantas veces Nelly dijo que se marchaba y no aguantaba más, amenazas, quejas y protestas, pero al final aprecio y apego hacia sus señores hacía que se quedara, aunque no la quedaba otra solución, no tenía otro trabajo, ni lugar donde ir.
“Una habitación ajena” relata la vida de Nelly, sus inquietudes, las ventajas y frustraciones de estar en contacto íntimo con Virginia y su marido Leonard, y su círculo de amistades, el prestigioso grupo de Bloomsbury.
Un grupo formado por la élite intelectual del momento al que Nelly tantas cenas y tés preparo. Los chismes domésticos del entorno de la escritora, el continuo contacto con las avanzadas ideas, vidas de escándalo y costumbres sociales de este círculo de artistas e intelectuales fueron para Nelly problema y alguna ventaja.
Virginia Woolf al escribir su célebre ensayo “Una habitación propia” consideraba imprescindible disponer de la independencia de una habitación propia, así pues, también Nelly luchaba por ese mismo objetivo, pero ella solo tuvo una habitación ajena, de ahí el título de la novela.
Profundiza en la extrema dificultad que conlleva compatibilizar la defensa del derecho de las mujeres a un espacio propio con las circunstancias del propio servicio doméstico, los progresos intelectuales con la realidad social. Con un tono reflexivo y denunciante sobre las diferentes clases sociales, donde la clase alta desprecia a la clase baja, obrera y sirviente, que nunca tendrán nada propio.
Entre la reconstrucción biográfica y la imaginación, «Una habitación ajena» propone profundizar en las contradicciones en las que cualquier mujer puede caer cuando se enfrenta condición femenina y clase social.
Comparando los hechos relatados en los diarios desde los distintos puntos de vista de Virginia y de las criadas se aprecian continuos cambios de voz en la narración en primera persona la voz de Nelly y escenas en tercera persona narrados por la propia autora.
La novela se sitúa a principios del S.XX, en plena primera guerra mundial y posguerra, hablando de la situación política, económica y social de esos años.
Tras un exhaustivo trabajo de documentación y siguiendo la lectura de los diarios de Virginia Woolf, cartas inéditas y una extensa bibliografía, Alicia Giménez Bartlett ganó en 1997 el Premio Femenino Lumen con esta gran novela, que funde biografía, ficción y reflexión, y se adelanta a los debates más recientes de feminismo y clase.
En una nueva edición revisada por la autora, Lumen rescata este retrato inesperado y revelador de Virginia Woolf, la icónica escritora que aspiraba a que las mujeres, aunque quizá no todas, tuvieran una habitación propia.
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